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Marte Rojo

Marte Rojo

Trilogia Marciana 1
Autor: Kim Stanley Robinson (Illinois 23/marzo/1952)
Editorial Minotauro.
Red Mars, 1993 Nebula 1993

    Reiteradas visitas a la Luna y viajes por mundos desconocidos; pero recién "aterricé" en el vecino rojo con esta novela de KSR Marte rojo, primer volumen de una trilogía marciana.
   La novela relata los primeros años de la vida del hombre en el planeta. Hubo una selección que involucró a varias naciones, los candidatos tuvieron un entrenamiento en la Antártida.
   Se han realizado numerosos viajes no tripulados llevando equipos y provisiones, de modo que al llegar lo primero es buscar las piezas y armar un rompecabezas para vivir.
   
   La historia esta narrada de manera que podamos conocer varios de los marcianos que llegaron en el primer viaje y que se denominan los cien. Nada que ver con Los 100 de Kass Morgan que eran un descarte de la sociedad; un denominador común de ambos es una historia de amor agobiante (más que la radiactividad o la atmósfera marciana), ambas tienen secuelas, la de KM ya es serie de Tv; la de KSR aún espera. La diferencia radical: si recomiendas una novela será esta y no Los 100.

   ¿Terraformar o no terraformar? He ahí el dilema. La historia es apasionante y por momentos se tiene la sensación de que Los Cien son quienes tienen el poder de decidir qué hacer con Marte. Hay quienes quieren dejarlo como está, comprensible si vas de visita, pero ilógico respecto a la misión del Ares, no hay matices en esta postura como por ejemplo resguardar algunas áreas y arrasar las otras. Otros postulan las terraformación y dejar de vivir en capsulas y trajes. Pero hay más están los hippies viajeros, los musulmanes y otros a quienes no les interesa integrarse.

-Nos han enviado aquí nuestros gobiernos, y todos nuestros gobiernos son imperfectos, la mayoría desastrosos. Por eso mismo la historia es un revoltijo tan sangriento. Ahora estamos solos, y por lo menos yo no tengo intención de repetir todos los errores de la Tierra sólo por pensar de manera convencional. ¡Somos los primeros colonos marcianos! ¡Somos científicos! ¡Nuestro trabajo es pensar las cosas de nuevo, hacerlas nuevas!
   Un discurso bonito en sintonía con idealismos actuales sobre el ser científico/profesor. Escuchas a los Cien y son una versión marciana de "La historia soy yo"; se deja de mirar hacia atrás, son ellos quienes postulan la conclusión para luego forzar las premisas en la terraformación, lo social, lo religioso, lo científico, lo económico, lo filosófico, etc.

La vida es como un boomerang... ¡Todo vuelve!
¿Recuerdas Martians, Go Home? Hum... ¡mira la foto del Curiosity!
   Algo llamativo es la presencia de una periodista que se menciona de pasada, que está al acecho de aquello que pueda estar mal; yo sinceramente esperaba algo más al estilo de Cecile Duclos que en La ciudad de la Luna era una aliada de los selenitas. Con una sonrisa y señalando una flor lunar te sostenía el apoyo terrestre a la Base Lunar. Luego, en Marte Rojo, el aspecto de la comunicación se adapta a las posibilidades técnicas disponibles donde hay quienes envían una filmación diaria de lo vivido en al jornada.

   KSR presenta con acierto los conflictos posibles en la misión marciana. Hay un triangulo amoroso que es lo que más resta a la novela aportando mucho tedio a la historia. Respecto al mismo coincido con Nadia:¡esto ya ha ocupado muchas páginas!. Nadia le dijo algo tranquilizador y se fue a la cama, pensando: ya me has quitado demasiado de mi tiempo, energía y concentración con estos juegos, tus juegos me han costado un dedo, ¡zorra! Al fin y al cabo el triangulo no impulsa la historia; en cambio Hiroko, como otros, desde las sombras realiza acciones perturbadoras que aceleran los acontecimientos.
   Un punto a favor es que conocemos distintos puntos de vista de los Cien y esto enriquece la historia, incluso el caso del psiquiatra de la colonia: Luego se encontró caminando por los túneles hacia el garaje. El psiquiatra de la colonia, teniendo visiones, cayendo en lagunas de conciencia, lagunas de memoria. ¡Médico, cúrate a ti mismo! Pero no podía. Se había vuelto loco de nostalgia.  
   La presentación de los personajes y su desarrollo permite conocerlos y comprender sus aspiraciones. Hay simplificaciones que dan risa como describir a la multitud como si fueran fans de Justin Bieber acechando a Maya y John: celebridades charlando entre los mortales. 

   Cien mil volúmenes; los atriles modernos eran cien veces mejores, aunque se trataba de una mejora inútil, pues ya no quedaba tiempo ni siquiera para leer un libro. Al parecer, en aquellos días se sentía atraído por Nietzsche. Al menos la mitad de los pasajes marcados eran de él, y al echarles una ojeada Frank no pudo descubrir el motivo, todo eran bobadas pomposas.

   KSR postula una revolucionaria terapia genética, intuye y¡una eco economía e incluso un ascensor espacial, una hazaña tecnológica ¿posible?. Una novela posterior Porvenir (2013) presenta uno de estos ascensores en la Tierra. En Porvenir el dilema de la terraformación se deja de lado y a la vista de lo costoso que es terraformar un planeta. Gracias a la tecnología de impulso inflacionario se viaja para descubrir un planeta apto para la vida humana; en tres palabras: comprar todo hecho.

Socrates es hombre está muerto y ¡Lincoln también!
Supongo que la verdadera incógnita es: ¿tendremos a un Lincoln?
Lincoln está muerto -espetó Frank-. Y la analogía histórica es el último refugio de quienes no entienden el presente -corto la conexión.

La trilogía Marciana sigue con Marte Verde y finaliza con Marte Azul, ambas ganaron un Locus.

2 comentarios:

  1. Saludos Diego,

    Me ha gustado tu reseña y tengo buenos recuerdos de esta novela.

    Sólo un pequeño detalle, primero viene el verde y después el azul.

    Carlex.

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    1. Gracias por pasarte por aquí Carlex y advertirme el orden de las secuelas. ¡Aquí el orden de los factores altera el producto! Ya está corregido, me alegra que te haya gustado. Saludos

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